Por decoración, por comodidad, o por calidez, las alfombras son un elemento muy recurrente tanto en viviendas como en negocios. Sin embargo, si están cerca de cocinas, se tienen animales en casa o son el lugar de juego de los niños, pueden ensuciarse más rápido de lo normal. Hoy en día hay tejidos mucho más fáciles de limpiar, aún así es bueno tener en cuenta algunos consejos.

La ventilación es uno de los primeros requisitos. Si la alfombra huele mal lo mejor que podremos hacer es dejarla unas horas en un lugar donde corra el aire como un patio o un balcón. Si no contamos con espacio suficiente o la alfombra es demasiado grande conviene ventilar toda la habitación abriendo en la medida de lo posible puertas y ventanas.

Tras este paso deberíamos proceder a aspirarla, especialmente si la suciedad proviene de alguna mascota, ya que podría haber pelos o restos imperceptibles pero que a la larga causen mal olor.

Por último podremos echar mano a la química con elementos como el bicarbonato de sodio, que deberemos espolvorearlo y dejarlo reposar un par de días, o el agua oxigenada (ojo con las manchas en este caso). Si en tu caso necesitas una limpieza a fondo para tu negocio u hogar siempre conviene recurrir a una empresa especializada en limpieza integral como Sensant 2000.