Lo más importante antes de empezar con una limpieza general es hacer una tirada de trastos que no utilizamos. Es importante variar todos los cajones y armarios y quedarnos únicamente con aquello que realmente utilizamos.
Una vez realizada esta limpieza general debes limpiar por dentro los cajones y armarios antes de volver a meter dentro tus cosas. Ordena tus pertenencias de manera ordenada pero funcional, así te asegurarás poder tener todo a mano y utilizar todo aquello con lo que hayas decidido quedarte.
La cocina y el baño con los lugares donde más gérmenes se acumulan. Quita todos los objetos para realizar una limpieza correcta y utiliza productos específicos para la ducha y los sanitarios, al igual que para la cocina. También deberías utilizar estropajos diferentes para cada lugar, asegurándote así no pasar gérmenes de un lugar a otro.
La cocina tiene un punto añadido: cuanta con mayor cantidad de útiles que tendrás que sacar de los cajones para la limpieza. Aprovecha, de nuevo, para deshacerte de todo aquello que apenas utilizas. Antes de dar por terminada la limpieza, no te olvides de pegarle un repaso a los azulejos y a la campana extractora, tanto por dentro como por fuera.
Si te está gustando, ¡no te pierdas el artículo de la próxima semana!