Continuamos nuestros consejos para aprender a limpiar metales de todo tipo. Hoy en Senesant 2000 hemos decidido hablaros del aluminio, un material con un brillo y una belleza natural. Si queremos mantener su superficie brillante es necesario limpiarlo regularmente ya que si no se deteriora poniéndose en mal estado.
Pasos para su limpieza
- Lavar el objeto para eliminar mayormente su suciedad.
- Secarlo con un trapo limpio.
- Con una cucharada de crema de tártaro, una cucharada de vinagre o jugo de limón y un litro de agua, todo bien mezclado, cubriremos todas las partes descoloridas del objeto.
- Hervir agua dentro de una cacerola e introducir el objeto.
- Hervir durante 10 minutos o hasta que el aluminio se haya decolorado.
- Cuando el aluminio adopte otro color y el agua este fría, limpiaremos el objeto.
- Con unos guantes de goma y una nana de acero frotar el objeto muy suavemente, con movimientos de ida y vuelta. Evitar los movimientos circulares para no darle un aspecto desigual.
- No hay que frotar el aluminio demasiado fuerte ya que podríamos rayarlo.
- También podemos utilizar un limpiador no abrasivo o pulimento para la plata.
- Otra opción es limpiarlo con una esponja empapada con bicarbonato de sodio o frotando con la cáscara de un limón. Esto le ayudará a eliminar la suciedad acumulada.
- Igualmente podemos eliminar las manchas con pasta de dientes, ya que esta está compuesta por bicarbonato de sodio y peróxido. En este caso, pondremos un poco de pasta de dientes en una toallita de papel seca y frotaremos el aluminio con movimientos circulares, hasta que la mancha desaparezca.