El verano es una de las mejores estaciones para hacer una limpieza general en nuestra vivienda. Aunque el calor nos incite a lo contrario, el buen tiempo hace que la casa se ventile mucho mejor y que la luz nos ayude a limpiar, tanto la parte interior como exterior, de manera más concienzuda.
Si no se dispone de mucho tiempo es mejor realizar una planificación de lo que vamos a limpiar cada día para poder organizarnos mejor. Si además en la vivienda somos varias personas, podremos distribuir el trabajo por zonas, lo que reducirá el tiempo que empleamos en la limpieza y hará la tarea un poco más llevadera. Si se convive con niños en un buen momento para implicarles en las tareas del hogar. Pueden realizar limpiezas sencillas o ayudarnos con otras más complejas y así aprovecharemos para pasar tiempo con ellos y acostumbrarlos a las tareas del hogar.
Puedes aprovechar la limpieza para deshacerte de aquellos objetos, prendas de vestir o utensilios que no necesitas o que realmente no utilizas en tu día a día.
Una vez realizada la limpieza del interior podremos limpiar el exterior, especialmente si tenemos piscina, jardín, terrazas, etc.. que con el mal tiempo se dificulta mucho la limpieza pero con el verano y el calor podremos limpiar en poco tiempo y quedará un mejor resultado.