¿Alguna vez te has parado a pensar por qué protegemos nuestra cama con sábanas y colchas y no lo hacemos con el sofá? En Senesant 2000 te damos algunas claves para una correcta limpieza de sofás.
Las sillas y el sofá o los sofás que tenemos que casa son los muebles que más uso damos y no protegemos de la misma forma que la cama, por ejemplo. La ropa que traemos de la calle, las mascotas y los más pequeños de la casa están en contacto con nuestro sofá que, si no tiene una tapicería limpia, puede convertirse en un foco de ácaros.
En Senesant 2000 te vamos a dar seis trucos fáciles y caseros para la higienización de tus sofás:
Tu mejor aliado, el aspirador. Al menos una vez a la semana es muy recomendable pasar la aspiradora tanto por la tapicería, como por debajo de los cojines para realizar una higienización completa.
Si la tapicería es de tela, completa el paso de la aspiradora con el uso de un cepillo suave y humedecido con agua templado y unas gotitas de amoniaco.
La opción de meter las fundas en la lavadora siempre está presente. Te recomendamos meter antes las fundas en la bañera con agua y sal para asegurarte de que las fundas no destiñen.
Si tu sofá tiene una mancha más difícil de eliminar, te recomendamos que, antes de humedecer la funda completa, elimines la mancha de forma aislada. Cualquier mancha difícil de eliminar dejará un surco que una vez completes la limpieza, será más fácil de unificar con el resto de la tapicería.
Los temidos derrames de líquidos se combaten aplicando de forma inmediata pañuelos o paños absorbentes, cuidando de que la mancha se extienda lo menos posible.
Una vez hayas metido las fundas en la lavadora bajo ningún concepto debes aplicar calor para secarlas ya que puede ser perjudicial.
Ten en cuenta que, como se suele decir, es mejor prevenir que curar, por lo que no estaría de más cubrir nuestro sofá con una funda o tela que proteja a la tapicería y evite que esté expuesta a diferentes agentes externos que pueden deteriorarla.