Uno de los electrodomésticos que más se utilizan en el hogar, sin lugar a dudas, es el microondas. Precisamente debido a su uso continuado, las paredes internas, el plato y el techo pueden acumular la suciedad de las salpicaduras de algunos alimentos al calentarse. Para evitar que esta suciedad acumulada afecte a otros platos preparados en este aparato y con tal de garantizar la higiene adecuada, te explicamos los distintos pasos que hay que seguir para asegurar su correcta limpieza.

Para empezar con la limpieza del microondas, asegúrate de que tienes en tu armario bicarbonato, vinagre, agua, un bol transparente y un paño. A todo ello también puedes añadir un producto limpiador multiusos libre de aromas, pero en ocasiones este tipo de limpiadores emiten una serie de olores fuertes que impregnan las superficies y que es recomendable evitar en entornos con comida. Una vez hayas reunido estos productos, haz lo siguiente:

1. Uno de los modos de limpiar el interior del microondas consiste en verter dos vasos de agua en un bol adecuado para este electrodoméstico y añadirle una cucharada sopera de vinagre blanco. Introduce el bol en el microondas y ponlo en marcha para que el agua se evapore y el vapor desprenda la suciedad incrustada en las paredes.
2. Calienta el agua durante unos 3 ó 5 minutos y, después de que parte del agua se haya evaporado, espera unos 10 minutos sin abrir la puerta. De este modo el agua se enfriará un poco y el vapor llegará a todos los rincones. Cuando abras la puerta, ten cuidado al retirar el bol, ya que podrías quemarte. Para evitarlo usa unas manoplas.
3. Coge una esponja, añádele un poco de bicarbonato de sodio y pásala por las paredes del microondas. Aclara las paredes del pequeño horno con un trapo empapado en agua limpia.

Con estos tres sencillos pasos conseguirás un resultado impecable. Desinfección y limpieza garantizadas.