Para que los radiadores funcionen a pleno rendimiento durante este invierno, es recomendable llevar a cabo una serie de tareas de mantenimiento que permitan aprovechar al máximo su eficiencia energética. La mejor forma de hacerlo es eliminando cualquier tipo de suciedad o restos que puedan dificultar la emisión de calor por parte de esta instalación. Atento a los siguientes consejos para limpiar radiadores.
- Quita el polvo a diario o semanalmente para evitar que se generen pelusas que puedan comprometer el funcionamiento de los radiadores.
- Antes de empezar a limpiarlos, asegúrate de que están apagados y completamente fríos. Coloca papel de periódico bajo ellos y ponte guantes de goma o látex para tu propia seguridad e higiene.
- Para la limpieza necesitarás:
- Pistola de aire o secador.
- Trapos.
- Cinta adhesiva.
- Palo delgado.
- Jabón.
- Agua tibia.
- Elimina el polvo superficial acumulado con la pistola de aire o el secador, o incluso con un plumero o trapo.
- Para quitar las pelusillas acumuladas en los rincones más estrechos, pega el trapo humedecido con isla aislante sobre el palo y pásalo por los recovecos de difícil acceso,
- Haz una mezcla de jabón y agua tibia en un recipiente, empapa un trapo y pásalo sobre el radiador. Después sécalo con otro trapo limpio y seco.
- Limpia el entorno del radiador y vigila que no se acumula polvo u otros restos que puedan acabar sobre el aparato.
Recuerda que debes de hacer una limpieza a fondo al menos una vez al mes para garantizar el correcto funcionamiento de los radiadores.