
Un césped cuidado no solo mejora la estética de un jardín o zona común, sino que también aporta frescura, bienestar y valor a cualquier espacio exterior. Ya sea en una comunidad de vecinos, una vivienda particular o un entorno empresarial, mantener el césped en buen estado durante todo el año requiere constancia, planificación y una serie de cuidados específicos según la estación.
Por ello, en este blog de Senesant, te damos consejos prácticos para lucir un césped verde, denso y saludable los 365 días del año.
1. Riego adecuado en cada estación
El agua es esencial para el césped, pero no siempre en la misma cantidad.
- Primavera y verano: son las estaciones más exigentes. Se recomienda regar a primera hora de la mañana o al atardecer para evitar la evaporación. Dependiendo del clima, el césped puede necesitar entre 3 y 4 riegos semanales.
- Otoño: reduce la frecuencia, ya que las lluvias naturales ayudan a mantener la humedad.
- Invierno: en muchas zonas, el riego puede suspenderse si hay heladas o suficiente humedad ambiental.
Instalar un sistema de riego automático y programable puede ayudarte a mantener el equilibrio ideal durante todo el año.
2. Cortes regulares y con la altura adecuada
Cortar el césped es clave para que crezca sano y fuerte.
- En primavera y verano, se recomienda cortar el césped una vez por semana.
- En otoño e invierno, puedes espaciar los cortes cada 15 o incluso 20 días, según el crecimiento.
Es importante no cortar más de un tercio de la altura de la hierba en cada sesión. Un césped demasiado corto se reseca más rápidamente y es más propenso a las enfermedades.
3. Abonado periódico
El césped necesita nutrientes para crecer vigorosamente. Utiliza fertilizantes específicos para césped que contengan nitrógeno, fósforo y potasio.
- En primavera, aplica un abono de liberación lenta que ayude al césped a crecer con fuerza.
- En verano, refuerza con nutrientes que ayuden a resistir el calor.
- En otoño, usa fertilizantes que fortalezcan las raíces de cara al invierno.
Evita el abonado durante los meses más fríos, ya que el césped entra en un periodo de reposo.