El colchón es el elemento fundamental para conseguir el descanso que necesitas tras un duro día de trabajo y para mantener la salud, ya que dormir y relajarse es imprescindible para todo el organismo funcione correctamente. Por ello, es imprescindible realizar una limpieza del colchón a fondo, para que sus condiciones sean las adecuadas y te eviten problemas y dolores de espalda.
La limpieza del colchón abarca distintos aspectos, desde eliminar el simple polvo hasta la presencia de ácaros que pueden producir diversas enfermedades como alergias o problemas dermatológicos. Lo ideal es realizar una limpieza superficial del colchón por lo menos una vez a la semana y optar por una limpieza más profunda cada seis meses. Ten en cuenta estos consejos a la hora de desarrollar estos dos tipos de limpieza.
Limpieza superficial (semanal)
- Cambiar regularmente las sábanas. Recomendable una vez a la semana.
- Aspirar la superficie del colchón una vez a la semana: elimina el polvo y evita la proliferación de ácaros.
- Para eliminar los malos olores y los ácaros, aplica sobre el colchón un poco de bicarbonato de sodio, restriégalo sobre la superficie con un cepillo suave y pasa la aspiradora.
Limpieza profunda (cada 6 meses)
- Gira el colchón para que se desgaste de manera uniforme y evitar los desniveles. Puedes colocar la parte superior en la inferior o voltear el colchón.
- Aspira el colchón, usa el bicarbonato de sodio como paso opcional.
- Haz una espuma limpiadora. Mezcla una cucharada de detergente para lavar ropa en un litro de agua fría y bate hasta crear suficiente espuma.
- Usa una esponja para restregar la espuma sobre el colchón con movimientos circulares. Si las manchas son difíciles de quitar, usa jabón para tapicerías.
- Después de limpiar, deja que se seque el colchón.
- Para protegerlo, puedes cubrirlo con una funda.
Después de realizar esta limpieza, notarás cómo descansas mejor.