Piensa en una oficina productiva y dime qué visualizas, ¿escritorios repletos de papeles y desorden general?, ¿o un lugar limpio y ordenado, sin elementos innecesarios?
Aunque no lo creas, poner orden en tu lugar de trabajo aumenta la productividad y mejora la actitud de los trabajadores ya que:
– Reduce el estrés: El aseo y la organización constante evita el estrés y la confusión mental al tener todo localizado, ya que la correspondiente pérdida de tiempo de buscar documentos o elementos que necesitas te afecta psicológica y físicamente.
– Disminuye las ausencias: Las empresas pueden llegar a acumular muchísimos gérmenes y bacterias en el ambiente debido a la concentración de gente en un espacio cerrado, por lo que es necesario realizar una limpieza constante para que no se propaguen enfermedades entre los trabajadores. Además, también evita accidentes laborales. Un lugar de trabajo debe cumplir con tres requisitos fundamentales: ser agradable, funcional y, principalmente, seguro.
– Mejora la imagen empresarial: Para que una empresa siga creciendo se debe mantener una imagen empresarial atractiva, cómoda y ordenada, por lo que la higiene y el orden deben ser sus máximas
– Aumenta la motivación: Los estímulos visuales son tan importantes en este aspecto como el sueldo o que te reconozcan tu trabajo ya que trabajar en un espacio limpio fomenta la motivación.