En una comunidad de vecinos, la convivencia y el buen mantenimiento de las instalaciones son aspectos clave para garantizar la comodidad y seguridad de todos los residentes. Es aquí donde el servicio de conserjería juega un papel fundamental, ya que se encarga de realizar múltiples tareas que van desde la vigilancia y el control de accesos hasta la limpieza y el mantenimiento del edificio.

Si aún no cuentas con un servicio de conserjería en tu comunidad, en este artículo que te compartimos hoy desde Senesant, te explicamos por qué es una inversión que realmente vale la pena.

1. Mayor seguridad en la comunidad

Uno de los principales beneficios de contar con un conserje es la seguridad. La presencia de un profesional en la entrada del edificio ayuda a controlar quién entra y sale, lo que previene accesos no autorizados y posibles robos. 

Además, muchos conserjes están capacitados para actuar en caso de emergencia, como incendios o averías, garantizando una respuesta rápida ante cualquier imprevisto.

2. Mantenimiento continuo del edificio

El conserje no solo vigila la entrada y las zonas comunes, sino que también se encarga de pequeñas tareas de mantenimiento que pueden marcar la diferencia en el estado del edificio. 

Entre sus funciones se encuentran la supervisión del funcionamiento de los ascensores, la revisión del alumbrado en pasillos y escaleras, y la detección de desperfectos en las zonas comunes para su rápida reparación.