
Para desinfectar y limpiar de una forma adecuada los grifos de nuestro hogar es necesario seguir una serie de pasos para la garantizar el resultado:
- En primer lugar, las superficies como grifos, deben de enjuagarse con agua.
- A continuación, se necesitaría aplicar algún producto que contengan; éter, alcohol en un 70%, lejía pura sin detergentes o desinfectantes a base de cloro y ácido peracético.
- Con un cepillo o estropajo que no arañe (debemos tener en cuenta que la grifería es muy delicada), frotaremos con suavidad, incluyendo aquellas zonas que son menos accesibles.
- Con una esponja o trajo retiraremos todos los restos de suciedad y volveremos a aclarar con abundante agua.
- Por último, secaremos la superficie y puliremos de nuevo para abrillantar.
Tendemos a pensar que la suciedad que no vemos, no existe, pero sin embargo existe un amplio espectro de patógenos que se acumulan en nuestro entorno y que además, entramos en contacto de forma continua. Estos gérmenes se pueden clasificar en virus, bacterias, hongos y parásitos.
Los virus presentan mayor riesgo, ya que en un receptor vivo como los humanos, desarrollan enfermedades.
Los hongos habitan las zonas húmedas, de ahí que aparezcan en duchas o alimentos fríos.
Los parásitos provocan infecciones estomacales, principalmente mediante agua o alimentos que están contaminados.