Reduce el tiempo de limpieza y asegura un espacio resplandeciente en tu hogar con estos consejos inteligentes para mantener el polvo bajo control. Estos trucos te enseñaran cómo hacer para no tener polvo en casa y eliminar pelusas del suelo. Desarrolla más que una rutina de limpieza con simples secretos que debes conocer, prestando más atención a los detalles y así evitar pelusas en casa.
Antes de comenzar, asegúrate de tener todas las herramientas adecuadas para quitar el polvo. Te recomendamos una escoba y una aspiradora con un accesorio para polvo general. Pero si vas a limpiar áreas específicas, como un ventilador de techo, persianas o polvo en ventanas, es posible que debas buscar herramientas adicionales. Consulta este listado de utensilios para limpiar rincones difíciles de la casa.
El mejor plumero, no es más que un trapo blanco 100% algodón, ya que es absorbente, atrapa el polvo y no raya los muebles. Sin embargo, te aconsejamos usar plumeros de lana de mango largo para llegar a objetos delicados. Utiliza trapos atrapapolvo antiestáticos para las partículas de polvo más finas y obtener óptimos resultados.
1. Quitar el polvo
Quitar el polvo siempre es el primer paso cuando vas a limpiar una habitación. No importa cómo de cuidadoso seas, la gravedad siempre atraerá el polvo hacia el suelo, por lo tanto, deja la limpieza de estos para después de que hayas quitado todo el polvo.
Puedes dedicar todo un día en desempolvar toda tu casa y al día siguiente limpiar todos los suelos. Las actividades diarias te ayudaran a mantenerte al día con tu horario de limpieza y así evitar sentirte abrumado.
Si te preocupa cómo quitar el polvo de los muebles oscuros, ya que se nota siempre más, usa un paño de algodón con algún producto que contenga un poco de cera para que estén limpios por más tiempo, porque la cera repele el polvo y da algo de brillo.
Aunque muchos artículos de tu hogar lucen sin polvo alguno, asegúrate de pasar una aspiradora por cada rincón para eliminar toda partícula de cualquier superficie, como quitar el polvo de la tela de sillones, sofás, cortinas, etc.
2. Trabaja alrededor de la habitación
Para asegurarte de que no quede ningún resto, comienza la limpieza en la entrada y luego trabaja alrededor del perímetro de la habitación. Elige ir de izquierda a derecha o al contrario. Escoger un punto de inicio y un recorrido hace que sea más fácil saber lo que ya hiciste y lo que te queda por hacer. Este truco también lo puedes aplicar a toda tu casa. Comienza con una ubicación obvia, como una entrada y luego sigue el camino alrededor de la casa.
3. Comienza en la parte superior
Una vez más, aprovecha tener la gravedad de tu lado. Comienza a desempolvar los objetos más altos dentro de cada habitación. Puedes comenzar con los techos, las librerías altas, los armarios y estantes superiores, ventilador de techo, lámparas, entre otros. Luego, sigue hacia las encimeras y termina con los rodapiés. En ese mismo orden, comienza con los artículos más polvorientos.
Elige esos lugares que quedaron pendientes en tu última limpieza o busca esos objetos que están notoriamente polvorientos, como ventiladores de techo. Una vez que termines de limpiar todos los objetos, pasa la aspiradora para recoger del suelo los restos de polvo que hayan caído, así la limpieza será más duradera. Por último, para evitar la acumulación de polvo, repasa cada semana los techos y paredes, sigue con las lámparas y los cuadros.