Tanto si va a hacer una reforma en casa como si acaba de comprar un piso, habrá recibido información de todo tipo sobre los mejores materiales para llevar a cabo la obra. Las ventanas de PVC son una opción muy segura y en auge porque tiene un mantenimiento muy sencillo. El policloruro de vinilo es un material de gran rendimiento y una calidad muy alta.
Además, al ser un derivado del plástico, resulta muy flexible, resistente y fuerte. También tiene un alto valor energético y se ha puesto muy de moda en la fabricación de ventanas, ya que sus colores pueden ser muy dinámicos.
Gracias, precisamente, a esa resistencia tiene una vida útil muy prolongada en el tiempo y son mucho más seguras que las ventanas de otros materiales. También cuentan con unos refuerzos de acero en la parte de dentro y tres hojas de vidrio, por lo que es imposible que desde fuera puedan hacerle ningún daño.
Las ventanas de PVC también protegen el interior del polvo, la lluvia o el sol fuerte y su limpieza no resulta demasiado complicada. Por dentro, se puede pasar un pincel por las juntas de goma y se engrasan con un lápiz de silicona.
Por fuera, tan solo se necesita un paño de tacto suave que esté humedecido con algún producto como el detergente normal y algo de agua.