Como ya sabemos, la limpieza de cristales o superficies acristaladas no es nada sencilla. Además de requerir tiempo y paciencia, si no tienes los productos adecuados para hacerlo, los resultados serán nefastos y tendrás que repetir el trabajo.

A continuación queremos dejar algunos consejos y trucos para que ese trabajo sea mucho más sencillo y consigas unos resultados realmente brillantes.

Lo primero y que a veces parece que no todo el mundo lo sabe, es elegir un buen día para realizar la limpieza de tus cristales. Aunque no lo parezca, los mejores días para limpiar bien tus cristales son los días nublados.

¿Cuál es el mejor producto que puedes tener para limpiar los cristales?
Los limpiadores que contienen amoniaco generan normalmente muy buenos resultados, pues tienen un alto índice de poder desengrasante, aunque en este aspecto deberás de mirar un poco más tus necesidades para así elegir correctamente el tipo de producto que mejor se adapte.

Los elementos que no pueden faltar nunca en nuestra limpieza de cristales son:

• Producto de limpieza.
• Una bayeta de microfibra recubierta con Polivinilo de Alcohol. Con ella conseguirás que no queden pelusas, ni huellas, ni ningún rastro a la hora de limpiar los cristales.

Ahora que conoces algunos truquitos más, ya tienes todas las herramientas necesarias para limpiar de forma correcta tus cristales.