Con esta sencilla rutina conseguirás tener tu casa al día con el mínimo esfuerzo. ¡Pruébalos y consigue limpiar tu casa mucho más rápido!
¿Quién no ha dedicado todo un sábado a hacer la limpieza de casa? Es agotador, se convierte en un suplicio y lo que es peor… no funciona. Tranquilidad, tenemos los mejores trucos para limpiar tu casa más rápido. Eso sí, no puedes olvidar esta máxima: hacerlo poco a poco. Empieza por dividir tu casa en zonas y establece nuevas rutinas. Así, si le dedicas 15 minutos cada día (sí, ¡solo 15 minutos!), el fin de semana no será necesario hacerlo todo de golpe y podrás dedicar tu tiempo a todo, menos a limpiar. ¡Y olvídate de los temidos maratones de limpieza!
1. EMPIEZA POR LA NOCHE…
Que no te dé pereza. La clave del éxito de este método es no saltarse nunca la rutina nocturna: recoger antes de irse a dormir. Es un compromiso que te permitirá arrancar al día siguiente con buen pie.
CÉNTRATE EN LA COCINA
Déjala limpia y en orden. Recoge la mesa, pon el lavavajillas, friega todos los utensilios y deja la encimera despejada. Lo agradecerás por la mañana cuando estés preparando el desayuno en una cocina en orden.
2. …SIN OLVIDARTE DE LA MAÑANA
Igual de importante es acostarse con todo despejado que, por la mañana, salir por la puerta con la casa en orden.
3. DIVIDE Y VENCERÁS
Para repartir el trabajo mejor es básico dividir las tareas y tu casa por zonas. Te proponemos cuatro pero puedes organizarte como te convenga. Pueden ser: cocina y lavadero; recibidor, salón y comedor; dormitorios y baño; y dormitorios infantiles y estudio.
UNA POR SEMANA
La idea es destinar una semana a cada zona y, así, en un mes completarás toda la casa. El plan es que cada día dediques solo 15 minutos a limpiar y ordenar en la zona que te toca. Elige el momento del día que más te convenga.
4. CONTROLA EL TIEMPO
Puede parecer una locura, pero si programas una alarma, que puede ser la del móvil, para controlar el tiempo que estás dedicando a una tarea, te ayudará a superar el exceso de perfeccionismo. Cuando suene el temporizador lo dejas todo y mañana ya continuarás. Por ejemplo, un día puedes hacer los cristales, otro la librería a fondo…
5. ANTE TODO, MUCHA CALMA
Es importante que limpiar y organizar no sea un suplicio. Ponte música y haz las tareas sin prisa pero sin pausa. Valora cada día cómo va cambiando tu casa y, sobre todo, no te estreses. Si no acabas hoy, ya seguirás mañana donde lo dejaste. Nada se va a mover de sitio.
6. ANTES DE LIMPIAR, ORDENAR
Después de la cocina, mantener a raya la colada es la segunda meta. Pero como orden y limpieza siempre van de la mano, primero necesitas tener los armarios bien organizados. Si no es así, prepara un plan de ataque y dedica al menos 10 minutos al día hasta lograrlo.
7. MANTÉN A RAYA LAS TEMIDAS ZONAS IMÁN
Suelen ser mesas auxiliares, consolas, sillas… cualquier superficie que atraiga papeles.
8. DEDICA UN TIEMPO A «DESTRASTREAR»
Menos es más. Una casa organizada también es aquella que no está llena de objetos que ni te gustan ni utilizas. Además, haciendo limpieza ganas espaci
9. TODO DE UN TIRÓN: SECAR, DOBLAR Y GUARDAR LA ROPA
Para poder despedirte de cada una de las montañas de ropa (para lavar, para planchar, para guardar…), cada día que sea necesario debes poner una lavadora dentro de la rutina de la mañana. No vayas acumulando la ropa pendiente de ser doblada como si de una competición para llegar al techo se tratara.
10. ATACA LA HABITACIÓN DEL CAOS
Es la típica estancia a la que va a para todo aquello que no sabes dónde guardar o no tiene un sitio fijo. Y es aquella puerta que siempre cierras cuando vienen invitados y que no organizas porque no sabes por dónde empezar. Es entrar, verla… y las fuerzas te abandonan.
11. UN POCO DE REPASO Y MUCHO DE DESCANSO
Invierte un ratito del viernes o del fin de semana para repasar las estancias más vividas. No debería llevarte más de una hora barrer y fregar el salón, la cocina y el baño. Aprovecha para cambiar las toallas y las sábanas de las camas, y vaciar papeleras. Y después, disfruta el resto del tiempo de tu casa.
12. NECESITAS TENER UN PLAN SEMANAL
Planifica bien tus necesidades y, si tu agenda está a tope, destina cada día a solo una actividad. Algunas sugerencias: el temido lunes suele ser el mejor momento para organizar la semana en general, hacer la lista de la compra (mejor si piensas antes los menús), repasar la agenda… El martes compra productos frescos, es cuando lo son más (sobre todo el pescado) y el miércoles es un día perfecto para revisar papeles y facturas.
Los recados, si no hay ninguna urgencia, déjalos para el jueves: ir a la tintorería, a la frutería… Así el viernes puedes bajar un poco el ritmo de cara al fin de semana, que es cuando debes aprovechar para disfrutar de tu merecido descanso.
13. LO MÁS DIFÍCIL: MANTÉN LO QUE HAS CONSEGUIDO
Si ya has interiorizado tus rutinas nocturna y matutina –los 15 minutos para la zona de la semana y los 2 para las superficies imán– y mantienes la colada a raya, quizá puedes poner 5 minutos más en tu alarma para mantener todo lo que has conseguido hasta ahora. Pasa un paño por las superficies que ya has limpiado y que se ensucian más. Y si algún día no puedes hacerlo todo, no pasa nada, prioriza: lo más importante son la rutina nocturna y la zona semanal.
14. PLANIFICA TUS TAREAS MENSUALES Y NO SE TE PASARÁN
Algunas son mensuales, como limpiar el frigorífico, y otras se hacen cada tres meses, como poner a punto el congelador, o cada año, como las alfombras. Echa mano del calendario y planifica todo lo que verás en la página siguiente.
15. LIMPIEZA EXPRÉS: CÉNTRATE EN EL SALÓN Y EL BAÑO
Tener visitas en casa es genial, pero cuando se presentan de improvisto, pueden provocar un poco de estrés. No te preocupes, tu casa lucirá perfecta si repasas la cocina y te centras en el salón y el baño.