¿Cuándo fue la última vez que limpiaste los canalones de tu tejado? Quizás ya va siendo hora de limpiarlos de nuevo para garantizar que esta instalación está en perfectas condiciones y pueda cumplir con su función sin ningún tipo de problema o contratiempo. Para ello, coge una escalera que te permita llegar hasta los canalones sin necesidad de inclinarte o de estirarte, así estarás más cómodo y seguro, evitarás cualquier clase de caída o dolor por una mala postura.
Una vez estés situado frente a ellos, ponte unos guantes de goma y retira todas las hojas secas, podridas, la tierra y todos los elementos sólidos y de gran tamaño que puedas y que se encuentren atascados en el canalón. Quita también la tierra y el polvo con un cepillo o con la ayuda de una manguera. Si eliminas toda esta suciedad, evitarás la aparición de hongos y la oxidación de los elementos que conforman la instalación.
Cuando hayas quitado todos estos residuos, aprovecha para revisar que los canalones no tengan fugas. Coge algunos paños y un cincel para raspar la cuenca del canalón y comprobar si hay o no alguna fuga. En caso de que hubiera alguna, tápala con un sellador de silicona de grano para evitar que el agua se filtre entre los poros. Así te aseguras que la instalación funciona correctamente.
También es importante que revises el tubo de bajada. Trata de extraer todas las hojas u otros elementos empujando con el palo del cepillo o con la manguera a presión. Si ya has quitado toda la suciedad, asegúrate también de que no tiene fugas y revisa los remaches del tubo de bajada. En caso de que estén sueltos, utiliza una pistola de remaches para arreglarlos.