Diferentes casa, diferentes habitaciones y, como no podía ser de otra manera, diferentes tipos de materiales en las paredes. Para que no pierdan su color o aparezcan manchas debemos tener estas superficies mantenidas y limpias. No porque su limpieza no sea tan evidente o su mantenimiento no sea tan frecuente se deben descuidar estas superficies.
- Papel pintado. Durante una época fueron las más comunes, y aún hoy el papel pintado sigue siendo una tónica casi dominante en la decoración. Para limpiarlas primero hay que eliminar el polvo con un plumero o una bayeta bien limpia. Una goma de borrar puede servir en estos casos para quitar las posibles manchas y rayones.
- Azulejos. Es el caso más común en baños y cocinas, y también uno de los más fáciles de limpiar. ¿Una solución casera’? Vinagre diluido en agua para dar más brillo a los azulejos.
- Paredes de madera. Las paredes de madera o con recubrimiento de madera suelen sufrir por el exceso de polvo, lo mejore es frotar frecuentemente con lanilla y alcohol rebajado.
Por supuesto, además de estos pequeños consejos también se deberán seguir los consejos que hemos dado en artículos anteriores y recordar que la mejor limpieza está en no ensuciar demasiado.